DeAndre Jordan firma su nuevo acuerdo con los Clippers |
Las cosas
empezaron con un inocente reporte de Marc Stein de ESPN, de que los Clippers
estaban cabildeando para convencer a DeAndre Jordan de que se quedara. En
realidad, Jordan había llamado a Doc Rivers varios días antes para expresarle dudas sobre su decisión y aquí fue que los Clippers montaron su ataque para
retener al centro. Luego, en Twitter explotó La Guerra de los Emojis, con varios
jugadores involucrados mientras delegados de ambos equipos iban camino a la
casa de Jordan en Texas.
La delegación
de los Clippers incluía al dueño Steve
Ballmer, Doc Rivers, Chris Paul, Blake Griffin, Paul Pierce y J.J. Redick. Reportes
indican que la reunión con los Clippers terminó de manera rápida y de acuerdo con Adrian Wojnarowski,
de Yahoo! Sports, luego de la reunión se quedaron jugando cartas y video
juegos para que DJ no pudiera comunicarse con Marc Cuban y los Mavs. Y mientras Cuban intentaba comunicarse, DeAndre no le contestaba la
llamada.
Vamos a aclarar
algo, las reglas de la NBA prohíben que durante la moratoria se lleguen a ningún
tipo de acuerdos verbales ni escritos, solo permite que los jugadores y equipos
interesados discutan términos de un futuro contrato y ningún equipo está
permitido de emitir ningún comentario oficial sobre estas negociaciones.
Durante la moratoria se hacen los cálculos del tope salarial para luego darle
paso a las firmas oficiales.
Con esto dicho,
DeAndre Jordan no estaba bajo ninguna obligación con los Mavs ni viceversa. Y en
realidad, estaba en todo el derecho de cambiar de opinión. Pero, y aquí viene
el gran pero, como hombre y profesional su deber era darle la cara a Marc Cuban
y a la organización que lo trato con el más grande de los respetos durante su conversaciones y hacerle saber sus intenciones.
Entendemos que
en la reunión se ventilaron muchas cosas. Los Clippers mostraron un video que
le sacaron las lágrimas y Chris Paul le dijo que no sabía que se sentía mal
con él y que pensaban que eran hermanos. Estos encuentros emotivos tienden a
afianzar lazos y es lógico que quisiera quedarse con su equipo, pero hombre, da la cara.
Marc Cuban dejo ir a Tyson Chandler, pago un dineral por Wes Matthews y todo lo que hizo fue centrado en DeAndre Jordan y ahora esta franquicia se queda en ruinas porque un joven de 26 años cambio de opinión.
Marc Cuban dejo ir a Tyson Chandler, pago un dineral por Wes Matthews y todo lo que hizo fue centrado en DeAndre Jordan y ahora esta franquicia se queda en ruinas porque un joven de 26 años cambio de opinión.
El atrincherarse
en su casa a jugar vídeo juegos y no contestar las llamadas de quien te ofreció
$80 millones de dólares y ser la cara de una franquicia élite, fue un acto
infantil y sin clase. Cobarde, al no decirle de frente a Cuban porque se echaba atrás. No tuvo el valor de enfrentar su decisión, tal vez tampoco tenia el valor de ser el centro de atención en un franquicia como Dallas y prefiere seguir siendo el tercero en Los Ángeles. ¿Quien Sabe?
Y que decir de un compañero baloncestista como Dirk Nowitzki, quien tomo un masivo recorte salarial para habilitar espacio salarial. ¿Como burlarse de esa manera y ni siquiera tener el valor de decirle de frente que cambiaste de opinión?
Los memes y demás
que circularon el internet eran graciosos y divertidos hasta que miembros de
los Clippers se unieron a la acción, en especial el tuit de Blake Griffin que
mostraba una silla atascando la puerta de la casa de Jordan para que nadie
pudiera entrar. (Lo publicamos como broma porque esa fue la intención del tuit
aunque no estamos de acuerdo con ello).
Don't agree with the furniture layout but I'm not an interior designer. pic.twitter.com/23PNgQB88z
— Blake Griffin (@blakegriffin32) July 9, 2015
¿Y qué decir de
los Clippers? Su dueño, Steve Ballmer, quien no se ha hecho multimillonario
conduciendo negocios de esta manera y Doc Rivers quien hasta hoy era entendido
como alguien de valores, debieron ambos aconsejarle a DJ que le tomara la llamada
a Cuban y le diera la noticia y no mantenerlo como una especie de rehén hasta
que llegaran las 12 de la media noche y poder firmarlo.
Los Clippers consiguieron los que querían y firmaron a su centro a una extensión de cuatro años por el máximo permitido pero así no se maneja una organización que quiere cambiar su cultura luego de ser el blanco de tantas bromas por
tantos años y que quieren cambiar la percepción que había bajo la antigua administración.
Pero al parecer
algunas cosas no cambian y entre ellas estan los Clippers. Magic Johnson estaba
en lo cierto en aquel tuit: “Los Clippers siguen siendo los Clippers”.
24 Segundos RD
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