La Conferencia del Este ha sido el hazme reír de la NBA por varios años y con buena razón. El desbalance no es un secreto.
Esta sería la tercera temporada consecutiva que un equipo jugando por debajo de .500 va a entrar a la post temporada. Este año, es casi seguro que dos o tres equipos tendrán ese “honor”. Dos equipos en el Oeste jugando por encima de .500 (New Orleans y Phoenix) podrían quedarse fuera.
Para comparar, el actual dueño de la sexta plaza, los Milwaukee
Bucks, tienen marca de 36-37. Esto los empataría con el Utah Jazz en la posición
número 11 en el Oeste.
Hasta Cleveland, 48-27 y dueños firmes del segundo
puesto en el Este, caerían a la quinta posición si se le cambia de conferencia.
Pero dejando marcas y posición geográfica a un lado,
lo que si se puede decir es que nadie querría toparse con estos Cavs a la hora
de los Playoffs. Ellos han simplemente destrozado al Todopoderoso Oeste últimamente.
Los Cavs, empezaron la temporada 4-11 contra el Oeste
pero 5 de esas derrotas fueron sin James o Irving y 4 fueron en las primeras 3
semanas de la temporada. Pero desde Enero 13 cuando finalmente pudieron tener a
LeBron James junto con Irving, Love, JR Smith, Mozgov y eventualmente Iman
Shumpert, tienen marca de 14-2 contra el Oeste.
Y ni siquiera ha sido cerrado. Los Cavs presumen de un
margen de victoria de 12.4 puntos enfrentandose con nueve equipos por encima de
.500.
En este lapso de tiempo han derrotado a equipos élites por doble dígitos. A Dallas de 33, a Memphis de 22 y a Golden State de 11
y derrotaron a los Clippers en dos ocasiones.
Aun teniendo la oportunidad de aprovecharse jugando en
una conferencia inferior, los Cavs han estado jugando mejor frente al Oeste que contra su propia conferencia. Desde enero 13, contra el Este tienen marca de 15-6 (.714)
y aun siendo buena marca, palidece comparada con la marca de 14-2 (.875) contra
el Oeste.
Y no solo son los ganados y perdidos pero otras estadísticas
claves también nos ayudan a ver mejor el cuadro.
Es posible que una de las razones de la mejora en
juego de los Cavs sea la producción de LeBron James. Salvo las asistencias,
James ha sido mejor contra el Oeste en casi todas las categorías ofensivas.
¿Qué significa todo esto a la hora de la post temporada?
Aunque un buen desempeño contra el Oeste en la temporada regular no garantiza éxito
cuando lleguen los playoffs, podríamos ver algunos datos históricos que
resultan muy alentadores para los Cavs y sus fanáticos.
Tomemos al Heat como ejemplo, quienes han estado
presente en la Final de la NBA cuatro años consecutivos y han ganado dos de
ellas.
Durante la primera temporada del Big 3 (2010-11) el
Heat terminó 20-10 (.667) contra el Oeste. Un registro fuerte, sin duda, pero
no uno considerado de élite. Miami llegó a las finales de ese año, pero se vino
abajo cuando se enfrentan a los veteranos de Dallas.
En las dos temporadas siguientes, sin embargo, el Heat
se combinó para una marca de 36-12 contra el Oeste, una marca ganadora de 75
por ciento. Esa es una tasa de éxito que sólo dos equipos (Hawks, Golden State
Warriors) han logrado esta temporada en general, y que puede ser visto como
élite.
¿La diferencia?
Miami, por supuesto, capturó el título de las dos
temporadas, superando a los Oklahoma City Thunder y los Spurs en las finales,
respectivamente.
Así que ¿por qué el Heat no capturó un tricampeonato
contra San Antonio en la temporada 2013-14? Si bien se podría apuntar a
problemas de aire acondicionado o simplemente un escuadrón vengativo de los Spurs,
el registro de la temporada regular de Miami contra el Oeste se destaca. Al igual
que su primer año juntos, el Heat se deslizó de nuevo a 20-10 al jugar fuera de
su conferencia, una caída significativa de su deslumbrante 25-5 récord de una
temporada antes.
Y si bien se puede decir que nada de esto garantiza un
campeonato, las señales son alentadoras para un equipo de los Cavs que va en
acenso.
Datos: NBA.com/Stats
Fuetes: NBA.com/Stats. Bleacher Report
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