domingo, 30 de junio de 2013

Lealtad: Boston Mal Al Cambiar A Pierce?

Lealtad, o falta de, es lo que se escucha cuando los fanáticos de los Celtics hablan del cambio que pone el fin a una era en Boston. Paul Pierce y Kevin Garnett, las dos terceras partes del “Big 3” que trajo relevancia a una franquicia sumida en la mediocridad por dos décadas fueron enviados a los Nets, junto con Jason Terry a cambio de tres selecciones del Draft y otros 5 jugadores.

Muchos acusan a Boston de salir de Pierce cuando declina en sus habilidades en vez de permitirle retirase como un Celtics por agradecimiento a sus logros vistiendo la camiseta verde, blanco y negro.

No debe sorprenderle a nadie esa movida por parte de Danny Ainge, presidente de operaciones de Boston. Es sabido que Ainge le dijo al Patriarca de los Celtics Red Auerbach que debió haber cambiado a Larry Bird al final de su carrera mientras tenía algún valor. Y creen que le temblaría el pulso para cambiar a Pierce y a Garnett? Claro que no.

Lamentablemente la NBA es un negocio donde hay muchas emociones de por medio de parte de quienes consumimos ese producto. En cualquier otra industria una transacción de esta naturaleza hubiese sido aceptada como excelente y es más, Danny Ainge hubiese sido aplaudido por su buen sentido de negocios.

La verdad es que en la NBA la lealtad no existe, ni de parte de los dueños, ni de los jugadores, ni de los fanáticos.

Shaq y Dwight abandonaron a Orlando. Kobe pidió que lo cambiaran e hizo mil pataletas hasta que le buscaron a Pau. Ray Allen se fue al rival de Boston, Nash aunque con mucho tacto y gracia se fue a un rival de Phoenix. Y ni hablar de “La Decisión”.

Paul Pierce tampoco ha sido lo más leal que digamos. En Julio del 2010 ejerció su derecho de terminar su contrato un año antes para irse a la agencia libre y firmar en menos de 24 hora otro contrato de cuatro años con Boston. Pura estrategia de negocios. Paul sabía que después de haber perdido las finales del 2010 donde tuvo un pobre desempeño (un triste 43% de campo) nadie le iba a dar mas dinero que Boston. Después de dos apariciones en las Finales de la NBA en forma consecutiva, Boston quería mantener ese núcleo junto.

Y donde quedan los fanáticos? Somos los menos leales porque desde que un jugador ya no produce de igual manera, somos los primeros en virarnos y culpar a los jugadores. Empezamos campañas en twitter y Facebook para que los cambien, los abucheamos, en fin, tampoco somos leales.

Solo somos leales a campeonatos, a desfiles, a nada más. Por eso Danny Ainge hizo lo correcto y aquí todos salen ganando.

Boston recibe 3 selecciones del Draft y el contrato expirante de Humphries. Brooklyn recibe dos veteranos y un excelente sexto hombre en Jason Terry. El millonario ruso, Mikhail Prokhorov, dueño de los Nets tiene un buen producto para que su fanaticada siga gastando en entradas (Una arena nueva solo es atractivo el primer año). Pierce y Garnett (quien felizmente eliminó la cláusula de no cambio en su contrato) tienen otra oportunidad de destronar al Heat ya que pienso que los Nets dependiendo que tan rápido se acoplen son un equipo contendor al título.

Tal vez hubo un tiempo donde la Lealtad significaba algo en la NBA, cuando los equipos eran operados por familias y sus dueños que empezaron con esos equipos antes de la bonanza de la NBA (A la Jerry Buss en Los Ángeles o Peter Holt en San Antonio), y no por grandes conglomerados de millonarios.


La única lealtad que yo veo hoy en la NBA es al dinero.

1 comentario:

  1. Excelente articulo! Estoy totalmente de acuerdo, los fanáticos somos los primeros desleales.

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